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La Voz de La Verdad

EL HUMANISMO: MOLDEANDO LA MENTE Y EL CORAZÓN

Por Yesmín Contreras S.

Un poco de historia

En los siglos XV y XVI Europa experimentó importantísimos cambios en todos los aspectos, que permitieron pasar de la Edad Media a la Edad Moderna. La nueva corriente de pensamiento de la época fue el humanismo, desarrollado y difundido por escritores y filósofos, a través de viajes, centros culturales y educativos. El humanismo fue un movimiento intelectual que alcanzó su máximo desarrollo en los siglos XV y XVI, aunque tuvo importantes precursores en el XIV.

A diferencia de la Edad Media, en la que la religión presidía todos los aspectos de la vida de las personas, en este periodo el ser humano era considerado como centro de todas las cosas.El hombre se convierte en el centro del universo, se le da un sentido racional a la vida tomando como maestros a los clásicos greco-romanos, todas las facetas de su vida se convierten en objeto de estudio y alabanza. Se exaltaba el individualismo, reflejado en la difusión del retrato, en pintura, y de las biografías, en literatura, donde, además, se escribía en la propia lengua, y no solo en latín. Pretenden la renovación moral y cultural.

Esta corriente de pensamiento niega la existencia de un Dios personal y su influencia; afirma que el hombre no es otra cosa que un ser evolucionado. El desarrollo de la imprenta hizo posible una rápida difusión de la cultura y del pensamiento humanistas, a lo que también contribuyó la fundación de nuevas universidades.

En Chile

Hoy podemos ver en nuestra nación como esta corriente de pensamiento ha invadido el corazón y la mente de muchos chilenos, moldeando así la conducta, la personalidad, el sistema de creencias y el diario vivir de muchas personas refleja como han sido influenciados por ésta y han hecho de ésta la guía de sus vidas.Hoy todo gira en torno al hombre, a la satisfacción personal por ejemplo, todo debe estar centrado en nosotros y para nosotros. Todo debe ser hecho para satisfacer al hombre en su deseo de ser mejor, aceptado y valorado en la sociedad.

Un ejemplo de esto son las guerras, que giran en torno a ideas de hombres, y por causa de que algunos creen tener la razón desatan el horror, la violencia y la sangre en las naciones. El deseo de poseer territorios y tener más riquezas que otros, el deseo de controlar, de ser vistos y ser famosos son los gatillantes de las peores atrocidades que nos podamos imaginar.

Podemos ver movimientos en Chile infectados por los tentáculos del humanismo como son los grupos Pro-Aborto, donde promueven el derecho al cuerpo, al uso de éste y a la “libertad reproductiva”. Frases como: “es mi útero y hago con él lo que quiero” o “Es Mi cuerpo: Yo Decido”, son la voz del humanismo hablando a través del Movimiento Feminista.

Por la Razón o la Fuerza

Nuestro escudo muestra nuestra personalidad invadida por la corriente humanista, en otras palabras “lo que no puedo conseguir de buena manera será arrebatado por la fuerza”. Todo es permitido si se trata de satisfacer y exaltar nuestro “Yo”.

Es triste ver a una sociedad que piensa y cree que Dios está lejos, y por lo tanto no puede ayudarnos e influenciar nuestra vida. Han pasado generaciones que “creen” en Dios pero lo conciben y piensan de El de una manera totalmente distorsionada, el humanismo ha centrado tanto a la sociedad en “si” mismos que la gente no cree en un Dios presente, que nos habla, que a través de la historia ha enviado a hombres y mujeres a hablarnos y así ser guiados. Dios no está distante ni indiferente. Es más nos demuestra su Amor al enviar a su Hijo Jesús para rescatar nuestras vidas marcando la historia en un antes y un después.

Para meditar

Si vemos hoy nuestro Chile, vemos la injusticia, la falta de oportunidades, la desigualdad, la corrupción en la política, etc. Vemos como todo esto se acrecienta por causa de que nuestra sociedad ha sacado a Dios de sus vidas, de los colegios, de los lugares públicos, de las leyes y de las familias. Y más aún hoy que la nueva presidenta de Chile promueve un estado laico (separado de la iglesia).

Debemos como nación volvernos a Dios, para que Dios nos restaure y aún más podamos conocerle tal como El es. Espero que al leer estas páginas todo el humanismo que ha entrado a tu vida sea desarraigado, puedas conocer a Dios, nuestro Padre, ¡¡¡y que la Verdad te haga libre!!!

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