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La Voz de La Verdad

TIENEN BOCA, PERO NO HABLAN, OJOS PERO NO VEN, OÍDOS PERO NO OYEN...

Por Cristian Godoy C.

Como seres humanos, lo más básico es buscar nuestra propia seguridad, es nuestro instinto de supervivencia, tener alimento suficiente, tener salud, tener sustento económico, etc. Todos queremos vivir bien. Pero desde siempre y en todas las culturas, el hombre tiende a buscar ser superior que vele por su bienestar y lo proteja del mal. Así lo vemos en las culturas ancestrales, en indígenas de distintas latitudes, en los imperios pre colombinos, etc.

¿De donde viene esto?

En el principio vinimos de Dios, fuimos creados y diseñados por Él, con el propósito de gobernar su creación, la tierra y todo lo que hay en ella, en absoluta comunión con Él mismo, es decir, el ser humano vivía dependiente de Dios y era su imagen. El ser humano, al gobernar, tenía todo lo que necesitaba y más, no tenía necesidad, pues dependía de Dios, y Dios era provisión sobre abundante. El ser humano fue diseñado en tres partes: Espíritu, Alma y Cuerpo. Somos esencialmente Espíritu, y el espíritu fue diseñado para conectarnos con Dios.

Pero el ser humano, decidió por si mismo y dejó entrar la maldad en su corazón, y perdió la capacidad de estar en comunión directa con Dios, esto se llama muerte espiritual. Por tanto, después de esto vino la inseguridad, la necesidad, el frío, el hambre, la enfermedad, la muerte.

Dios sin embargo, en su gran amor, quiso siempre volver a habitar con el hombre, haciéndose para si mismo una nación a la cual le daría la mejor tierra, para que no tuvieran necesidad, pues su naturaleza es dar. Vemos un pueblo, como Israel, que conociendo a Dios, decidió apartarse de sus principios y ordenanzas, siendo recientemente librados con gran poder de la esclavitud de Egipto, aún así decidieron adorar ídolos.

"Cuando los israelitas vieron que Moisés tardaba tanto en bajar del monte, se juntaron alrededor de Aarón y le dijeron: —Vamos, haznos dioses que puedan guiarnos. No sabemos qué le sucedió a ese tipo, Moisés, el que nos trajo aquí desde la tierra de Egipto. Todos se quitaron los aretes que llevaban en las orejas y se los llevaron a Aarón. Entonces Aarón tomó el oro, lo fundió y lo moldeó hasta darle la forma de un becerro. Cuando los israelitas vieron el becerro de oro, exclamaron: «¡Oh Israel, estos son los dioses que te sacaron de la tierra de Egipto!»." Éxodo 32:1, 3, 4 NTV

Según la Real Academia Española, Idolatría significa, Adoración que se da a los ídolos,

y Amor excesivo y vehemente a alguien o algo. También Ídolo significa, Imagen de una deidad objeto de culto y Persona o cosa amada o admirada con exaltación. Según estas definiciones, muchas cosas pueden convertirse en ídolos. Pero nos vamos a referir en esta ocasión, a las imágenes.

Como decía la definición de la RAE, el ídolo refiere a una imagen. En este caso a las que muchos atribuyen milagros desde tiempos antiguos, pero ¿que son en realidad estas imágenes?, ¿de donde viene ese supuesto “poder”? Busquemos la respuesta.

Los ídolos de las naciones no son más que objetos de plata y oro, manos humanas les dieron forma. Tienen boca pero no pueden hablar, tienen ojos pero no pueden ver. Tienen oídos pero no pueden oír, tienen nariz pero no pueden oler. Y los que hacen ídolos son iguales a ellos, como también todos los que confían en ellos.

Salmos 135:15-18 NTV

Es fuerte lo que dice el anterior pasaje bíblico, pero es verdadero. Pues, aunque quieras poner a quién sea, detrás de esta imagen, y darle a esa imagen la forma del personaje, este no tiene poder alguno, pues a lo sumo verás en él una vida bien vivida, haciendo las cosas bien, o algún suceso tal vez sobrenatural, pero que no es en ningún caso por causa del personaje. En realidad, sólo son objetos de oro, plata, yeso o madera, pueden tener formas humanas, masculinas o femeninas, pueden tener formas de animales, pero sólo representan una imagen, por tanto no son substancia o esencia de algo “divino”, ni lo pueden ser, porque creas en lo que creas, lo único cierto es que SOLO EXISTE UN DIOS VERDADERO. Entonces ¿de donde viene el supuesto “poder” al que se atribuyen sanidades milagrosas, que vienen supuesta mente de esas imágenes?

¿Qué es lo que trato de decir? ¿Que la comida ofrecida a ídolos tiene alguna importancia o que los ídolos son dioses verdaderos? No, de ninguna manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios. Y no quiero que ustedes tengan parte con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios. No pueden comer de la Mesa del Señor y también de la mesa de los demonios. ¿Qué? ¿Acaso nos atreveremos a despertar los celos del Señor? ¿Piensan que somos más fuertes que él?

1 Corintios 10:19-22 NTV

Ya sabemos que son en realidad demonios pues a satanás sólo le interesa que usted nunca conozca a Dios, ni tenga relación con él, pues interpondrá cualquier imagen, de cualquier ídolo, para desviar su atención de Dios, y ponerse satanás en el trono, para robarle, matarle y destruirle. Una prueba de esto, es simplemente entrar a una capilla, parroquia o catedral católica, de entre tantas imágenes, ¿Dónde está Dios?, tal vez en un “rinconcito”, pues en el lugar generalmente vemos la prominencia de una mujer. Esto, en realidad pone en segundo plano al ÚNICO DIOS.

Mucha gente hace grandes sacrificios, pagan mandas, dañan sus rodillas y cuerpos, para retribuir a este ídolo, tal vez usted haya pagado alguna vez alguna manda, o le haya rezado a algún “santito”, lo cierto es que usted concordará en que alguien que pide algo a cambio, de este calibre, es opresor, pues los demonios se alimentan de sangre.

Lo cierto es que Dios te ama tanto, que envío a su propio hijo por amor a ti, para reconciliarte consigo mismo, porque la paga del pecado es muerte, para que tengas comunión con él. Su hijo pagó para que tengas herencia departe de Dios, fueras hecho HIJO de Dios, y tuvieras el derecho de ser sano, de ser libre de toda opresión, entre estas, fobias, enfermedades mentales, adicciones, pobreza, depresión, las heridas de un abuso, de una violación, en fin. ¿Para qué buscar un ídolo, una imagen, si puedes tener el favor del Único Dios verdadero, que hizo los cielos y la tierra?

Jesús pagó para que tuvieras libertad y plenitud, y vivieras con todas tus necesidades cubiertas. Esto, sin pedirte nada a cambio, nada que tu pudieras pagar, porque es imposible, es un precio demasiado alto que Él pagó. Lo único que necesitas, es entregarle tu corazón a Él, y buscarle con todo, y Él vendrá a habitar dentro de ti, y se encargará de todo lo demás.

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