LA FE: ES LA CERTEZA DE LO QUE SE ESPERA...
Por Nadia Fernández M.
Desde nuestro nacimiento estamos insertos en un mundo que necesita lo que se puede tocar, que sea tangible y poder verlo. Necesariamente mirar implica tocar con las manos como si éstas fueran una prolongación de nuestros ojos. Esta manera sincronizada y paralela nos mete en la conciencia la necesidad de establecer como un patrón absoluto, que sólo es verdadero y alcanzable aquello que puedo ver. Técnicamente cierto, una verdad a medias en realidad…
Existe una realidad paralela a esta verdad a medias, y es la realidad de la FE, la que se origina o que proviene de Dios. Una medida de FE donde todo es posible y donde el que cree que es posible recibir aquello por lo que está creyendo, se mantiene en el tiempo en esa actitud hasta que recibe aquello por lo que esperó. ¿Por qué puede ser esto posible? Sencillamente porque a Dios el creador de todas las cosas se le ocurrió que fuera de esa manera, un diseño en que el hombre, su mayor creación, se volcara para confiar con todo su corazón y aprendiera a depender de aquel que lo formó y quien se complace en suplir cada necesidad vital y cada deseo. Dios siendo el padre, se complace en darnos mucho más abundantemente de lo que pedimos y aún si quiera soñamos.
La Fe es una ley superior a la manera natural de vivir y obtener las cosas que esperamos o anhelamos. La FE nace en el corazón del Padre, porque la FE es el vehículo que él usa para crearlo todo y establecer un orden completo en todo el universo a través de su palabra, es decir, Dios dijo, dio la orden y fue hecho al instante!!. Nosotros siendo parte de ese universo perfecto, tenemos derecho a usar ese medio de transporte que nos lleva a tomar posesión de nuestra herencia como hijos herederos de Dios.
Dios nos ha diseñado de manera que la FE se establezca en el corazón y pueda creer por cualquier situación en particular. Esta FE puesta en él, es la que da los resultados favorables a una espera, que a veces es muy larga y que pareciera no llegar, pero el plazo se cumple a través de la paciencia y en completa paz, esa es la fórmula para que la Fe produzca el fruto que manifiesta naturalmente algo que fue provocado y salido de lo que no se ve. Esta FE requiere muchas veces de procesos en que se incuba aquellos que anhelamos y pedimos a Dios en oración. Es como cuando las gallinas empollan sus huevos, es cada día sentarse y proveer calor para que el huevo madure y salga el pollito como un resultado maravilloso, tan esperado. Este proceso es muy similar cuando nosotros comenzamos a confiar por alguna situación en particular y decidimos creerle a Dios por algo que para nosotros es importante o imposible humanamente hablando, pero para Dios no hay NADA IMPOSIBLE. Entonces literalmente empollamos nuestra FE hasta ver los resultados de este ejercicio.
¿Por qué la FE está presente en las muchas gentes alrededor del mundo? O ¿Es una forma cultural y religiosa que a través de naciones y pueblos sigua traspasándose? Es producto de la manera con que el hombre ha sido formado. El diseño de Dios para el hombre es hacerlo igual que él, con las mismas características, por lo tanto, en nuestro interior están los atributos de Dios que nos conectan con él. Es también por esa razón, que necesitamos confiar en alguien, es buscar en algo superior un creer. Está escrito, en nuestro ADN la necesidad de buscar a Dios…y la FE nos impulsa a buscarlo y conocerlo.
La FE en Dios, nos abre un universo de posibilidades para lograr aquello que queremos, cumplir nuestros deseos, anhelos, sueños, cambiar una circunstancia, sanar una enfermedad, aún vencer la muerte…, y conocerlo en profundidad a él, eso es lo que Jesús hizo por ti y por mí, pero no de una manera religiosa, sino de una manera real y tangible, que la historia reafirma y establece como verdad comprobada a través de los años, pues el sacrificio de Jesús en la cruz abrió esa posibilidad de vivir por la FE. También los antiguos que nos precedieron hace muchos años, ellos caminaron con Dios en FE y tuvieron su recompensa. Alcanzaron sus metas, se establecieron como hijos de Dios y tuvieron vidas llenas de hazañas maravillosas que pudieron contar a sus hijos y sus generaciones de cómo Dios les había sido favorables en todo su caminar con El en fidelidad.
La FE se compone también de fidelidad, un fruto que te hace apegarte a Dios para mantenerte creyendo, así también junto con la paciencia, ya que estos atributos harán que tu FE tenga resultados visibles si pones tu confianza en Dios, en que él puede llegar donde las posibilidades humanas y terrenales se terminan. Creer por un imposible, abrirá la puerta desde el cielo, para que la respuesta venga y traiga su manifestación concreta, dando muestra de que algo que no era, por la acción de creer en Dios y lo que él ha dicho ahora sea visible y tangible.
La perfecta FE es aquella que la sustenta el amor, porque cuando uno es perfeccionado en el amor, entonces no hay temor, porque el que ama es afirmado por aquel a quien conoce, o sea a Dios. Él es la fuente de toda seguridad y provisión, porque de él nace todo. El amor es la base de nuestra FE, porque Dios nos amó primero y él escogió amarnos porque Él es el amor. Conociéndolo a él es que nuestra confianza va creciendo y esta relación de hijos con el Padre nos hace caminar seguros y a paso firme, porque su verdad es la que marca el camino para enderezar lo torcido y caminar en justicia, haciéndonos alcanzar nuestros sueños, anhelos y metas y permitir que él viva a través de nosotros. El amor no es una cosa, es una persona, es Dios mismo…, es Jesús.
El Padre nos ha dejado una herencia maravillosa de posibilidades para vivir una vida abundante, llena de beneficios a través de Jesús. Esta herencia sólo se posee a través de la FE en Jesús, por eso es que cuando algo es imposible para el hombre, Dios sí puede hacer más abundantemente de lo que pedimos, porque la FE es lo que mueve la mano de Dios para una respuesta concreta. Esa respuesta es la materia o la demostración de que la FE es viva y produce fruto visible, que tiene sustancia y hace que lo imposible sea real. Jesús dijo: “no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” Juan_11:40 .
FE implica creer. La FE continua, constante, confiando siempre, todo el tiempo hasta recibir respuesta, hasta ver materializado aquello que espero, que aunque no se veía en primera instancia, viene a ser manifestado en lo natural, sólo por el poder de Dios, esa es la FE que crea de donde no hay. Eso es maravilloso!!, es emocionante y un buen motivo para estar agradecidos, un buen instante para recordarnos de todas aquellas cosas que alguna vez pedimos a Dios en oración o que solamente lo pensamos y tuvimos la respuesta y fuimos sorprendidos por su amor en eso. Esas cosas no se olvidan y hacen crecer nuestra medida de FE, porque cuando probamos una respuesta, el corazón se ensancha para creer por más e ir a mayores desafíos en el creer. Llegará un punto así como Jesús, en que no habrá un ápice de duda ni incredulidad, porque al ver la fidelidad de Dios y el cumplimiento de aquellas cosas que hemos recibido por la FE, no habrá lugar en nuestro corazón para dudar, por lo tanto nuestra FE será cada vez de mayor calidad y ciertamente haremos cosas mayores, así como JESÚS prometió que haríamos si sólo podemos creer que es posible.
La FE implica que nos hagamos vulnerables y nos despojemos de la dureza del corazón y dependamos de Dios. La FE en su estructura funcional nos obliga a ser dependientes y mantenernos en un estado humilde para recibir, entendiendo que este diseño maravilloso es por pura gracia de parte de Dios. Como dije al principio una ley que está por sobre lo natural, porque no es de este mundo, pero funciona en él para darnos abundantemente, porque es lo que Dios se propuso hacer por nosotros. Una ley que es la forma de alcanzar lo que deseamos y que prometió para aquellos que lo aman y creen, porque el amor es la sustancia de la FE. Es imposible que crea en aquello que no amo, no resulta así. Para creer en alguien tengo que conocerlo y amarlo, entonces podré confiarle mis cosas, mis asuntos y saber que si pido alguna cosa creyendo la recibiré.