PRINCIPIOS DE ECONOMIA: FACTOR ESCASEZ
Por José Miguel Cuevas
Siguiendo con el tema Factores que modelan la economía, la presente publicación se centra en desarrollar uno de los factores más críticos para la administración, el cual consiste en la escasez.
El factor escasez señala que los recursos existentes en la tierra y el beneficio derivado de su utilización son limitados, por lo que su administración debe considerar que tras su explotación se acabarán y que la cantidad de bienes o servicios producidos sólo permitirá satisfacer las necesidades de un número acotado de personas.
Una aplicación cercana de este factor en la vida cotidiana se halla en la llamada restricción presupuestaria, que señala los niveles de consumo y ahorro realizados en un periodo, están condicionados a la cantidad de dinero que se posea en dicho momento. De manera similar, el factor escasez opera en las labores productivas a través de la llamada frontera de posibilidad de producción, la cual indica que dada una cantidad de recurso fijo, el nivel de producción que se puede obtener es limitado.
El factor escasez condiciona la administración de individuos y naciones, actuando como una voz que determina cómo y cuándo utilizar los recursos que se poseen. La voz de la escasez infunde temor en el corazón de la humanidad, conduciéndola a una administración egoísta, codiciosa y competitiva, donde se busca asegurar la posesión de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades propias, sin importar el estado del resto de las economías (tanto personales como nacionales). Bajo esta óptica, se puede observar cómo naciones enteras se han enriquecido de otras desabasteciéndolas de los recursos que les pertenecían; se pueden ver conflictos bélicos donde la motivación fue la obtención de recursos energéticos como el petróleo, o sin ir más lejos, se puede ver individuos con grandes acumulaciones de riqueza que procuran asegurar su patrimonio sin importar la necesidad de las demás personas, esto considerando que hasta hace unos años casi 1.000 millones de personas en el mundo sufrían de desnutrición.
La dinámica recién expuesta, es la que sustenta el comportamiento de los mercados financieros, los cuales operan en función de los accionistas; personas con abundante riqueza cuyo principal interés es aumentar sus ganancias de capital, colocando sus recursos en las economías que les puedan surtir mejores beneficios. Esto es particularmente crítico cuando las economías enfrentan panoramas adversos, ya que los dueños del capital retiran su riqueza sin importar las consecuencias que tenga en la economía, las cuales, en función de su dependencia de la inversión extranjera en bienes de capital, pueden llegar incluso a la quiebra.
La escasez es uno de los fundamentos sobre el que se desarrollan los modelos económicos y opera como un propulsor de la desigualdad en la distribución del ingreso dentro y entre las economías. La escasez sustentó el desarrollo económico basado en la eficiencia a expensas de la equidad durante todo el siglo pasado, dejando evidencia que hoy en día impulsa la búsqueda de modelos de crecimiento económicos pro equidad, que posiblemente se acercarían un poco más a los principios de administración del Reino, cuyo cetro de gobierno es la equidad.
Ahora, frente a la obviedad de la escasez de los recursos, nuestra experiencia de vida y la matemática convencional que hemos adquirido en los años, pregunto ¿Qué haríamos hoy si Jesús nos pidiera alimentar a una multitud? Entonces, ¿es la escasez de recursos un factor determinante en el desarrollo de la economía del Reino? Este tipo de preguntas pueden ser respondidas al mirar la forma de caminar de Jesús, mediante la cual notaremos uno de los principios más relevantes de la economía en el Reino.
Principio: La administración dentro del Reino no está sujeta a la escasez de recursos.
El principio mencionado, no necesariamente implica la posesión ilimitada de recursos, ni la abundancia de algún bien o recurso en particular, sino que consiste en la provisión y el rendimiento sobrenatural de los recursos que Dios pone en la mano de sus hijos, y con el impulso motivador por el cual los administran, el cual no se sustenta en el temor.
El concepto escasez se insertó en el corazón del hombre en el momento que salió de Edén, cuando se vio en la necesidad de auto sustentarse y protegerse para vivir. La salida de Edén introdujo al ser humano en un sistema sustentado en el temor, donde la riqueza y la abundancia dependían del esfuerzo, y cuyo valor se asimilaba al costo de la vida. La muerte de Adán al salir de la presencia de Dios, tradujo el precio de su vida natural al de la riqueza, por lo que rindió su vida a otro señor y comenzó a vivir bajo sus principios, dentro de los cuales se haya la escasez. En este sentido, es preciso señalar, que Dios nunca estableció la escasez como un factor de administración, y que ésta tampoco fue generada por el Satanás, ya que él no tiene poder para crear. La escasez surgió como una consecuencia de la incapacidad del hombre de ministrar la tierra y llevarla a cumplir su propósito de dar fruto y multiplicarse, hecho por el cual, la tierra comenzó a dar cardos y espinos en vez del buen fruto que daba en el principio.
Cuando Dios confió la administración de la tierra al hombre, su pensamiento no era el que éste destruyera la tierra en su deseo de sobrevivir, sino que la administrara para que ésta cumpliera el propósito con el cuál había sido creada. Por este motivo, Adán no tenía la necesidad de acumular recursos ni vivía con el temor de que éstos se acabarían, ya que habían sido puestos por Dios en un perfecto orden, el cual involucraba una serie de ciclos naturales de los cuales el hombre sería el propulsor.
El factor escasez se sustenta en el temor y es parte elemental de los grilletes de la esclavitud de Egipto que condicionan la vida de las personas. Los hijos de Dios deben sobreponerse a la escasez, saliendo de administrar los recursos conforme al temor y entrando a vivir por fe, administrando los recursos conforme a la esperanza y manifestando la abundancia del Cielo en tierra.