ISRAEL O PALESTINA: ¿CUAL ES EL BANDO?

Por Simón Aquino

Hemos oído muchísimo sobre el conflicto de Israel y palestina, una sangrienta secuencia histórica de muertes, que para entender un poco de ella debemos remontarnos por lo menos hasta 1948 y 1967 con la guerra de Israel contra las alianzas árabes, cuando el pueblo judío aun no se armaba como ahora, ni buscaba hacer muros de contención en Gaza, o tal vez más atrás con las primeras inmigraciones de judíos a territorio palestino del 1880 al 1948, cuando esas tierras no eran más que polvo y pastores que deambulaban, sin estructura alguna, antes del estado de Israel y del sionismo, los judíos llegaron a sembrarla y darle vida, o podríamos centrarnos en entender como Inglaterra le prometió a los judíos sionistas las tierras palestinas (que eran colonias de Inglaterra en ese momento) a cambio de ayuda para vencer a Hitler, a la vez que también se las prometía a los reyes árabes para que se unieran a los aliados contra la Alemania nazi.

Podríamos hacer usos de diferentes sucesos históricos para encontrar un bando que apoyar, mirar diferentes causas de la reacción violenta del estado israelí, como los números de cohetes lanzados por Hamas, no solo ahora, sino que siempre, que no tienen repercusión en los medios, solo porque Israel los intercepta y no logran matar niños judíos, pero no por eso la intención no deja de ser asesina, como lo es la carta magna del movimiento que promulga la muerte de todo judío y la exterminación del estado de Israel, que esconde sus armas en casas y hospitales, que construye túneles donde no solo se contrabandea comida, también las armas y bombas con las que Hamas pelea, este grupo que algunos dicen es solo un movimiento de resistencia contra la ocupación.

El mismo hijo de uno de sus fundadores, Mosab Hassan Yousef, aclaro en una entrevista a CNN, que la intención de Hamas no es solo destruir a Israel hasta los cimientos, sino además establecer un estado islámico y que para esto instruye niños en las mezquitas para auto inmolarse por esta causa.

Algunos países del Mercosur, han declarado su oposición al accionar de Israel, pero si el vecino de su nación es liderado por un grupo como Hamas, con intenciones declaradas de exterminarlos de la tierra, con un centenar de cohetes lanzados al año ¿esos presidentes se sentarían a esperar?.

Por otro lado, algunos por el amor que se tiene a los judíos, por ser portadores de la historia de Dios con el hombre, del antiguo pacto, la ley, y la descendencia que nos trajo en la carne a Cristo, creerán que está prohibido criticar el accionar de Israel, pero la verdad es que el mismo Cristo confronto a los judíos un par de veces, les llamo generación incrédula, también a otros les dijo “vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio… (Juan 8:44)”, el profeta Juan el bautista les llamo “generación de víboras” (mateo 3:7), Esteban les dijo “duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistid siempre al Espíritu Santo; como vuestros Padres, así también vosotros (Hch 7:51)” y no por esto cayeron en maldecir a Israel, por que confrontar con la verdad no es maldición, sino justicia.

Así que según estos versículos que leemos, ser judío no exime de ser confrontado con la verdad, al contrario, se tiene una mayor responsabilidad de actuar en la justicia de Dios.

Por otra parte el apóstol Pablo, el mismo que en Hechos 28:25-31 confronta recitando al profeta Isaías, a sus hermanos judíos, para que crean en Cristo, pero viendo la dureza de sus corazones, decide ir a predicar a los gentiles. Este Pablo nos muestra que el Señor es fiel y no olvidara a Israel, no porque ellos lo merezcan, sino por amor de su nombre y de su pacto con aquellos israelitas piadosos que le creyeron y fueron los héroes de la fe, los santos y profetas en quienes moraba la unción de Cristo.

Ser judío no exime de crítica, ni hace sus acciones buenas solo por venir de ellos, menos nos vuelve enemigos de Israel no estar de acuerdo con las decisiones del estado o gobierno de turno en Jerusalén, muchos de los profetas de la antigüedad no lo estuvieron, y algunos judíos hoy en día tampoco lo están.

Mi intención es poner un balance correcto, si somos iglesia debemos ser justos y ver desde los ojos de Dios todas las cosas, con entendimiento, justicia y misericordia.

El conflicto de Israel y palestinos posee raíces antiguas, desde los días de Abraham, queramos o no, Ismael pudo haber muerto en el desierto de Beerseba, cuando Agar fue echada y se quedo sin agua, Dios envió un ángel para evitar que Ismael muriera, y no solo eso, le dijo “Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo hare de él una gran nación”, fue la intención de Dios hacer de Ismael una gran nación.

¿Por qué Dios evita la muerte de Ismael?, Porque los árabes (como otras etnias) pueden en este nuevo pacto, con la sangre que habla mejor que la de Abel, ser primogénitos en Cristo, entrar junto a millares de ángeles al REINO Y A LA JERUSALEN CELESTIAL, en este nuevo pacto son hijos de Abraham los que viven por Fe, que caminan en la circuncisión del corazón, como bien dijo Pablo.

Romanos 9:7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.

Romanos 9:8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.

Esta “promesa” es Cristo, y en El todo hombre puede ser salvo, puede ser hijo, y no hay hijos de primera o segunda categoría, no es mas “hijo” de Dios el judío que se convierte, por que el antiguo pacto ha terminado, Jesús cumplió la ley, para un nuevo pacto que abarque judíos y árabes.

Oremos entonces por la paz, en Jerusalén como en Gaza, ¿de qué bando esta Dios? Del que sufre, del que ama su verdad, estemos en el bando del que necesita oración para ser libre de su postura extremista, por los niños que sobrellevan la violencia, mutilación y dolor, oremos para que la obstinación salga de los que lideran estas guerras, y los grupos terroristas, oremos desde el corazón de Dios, buscando que su voluntad se haga, que su Reino alcance a los que no le conocen, judíos y palestino, para que venga en verdad la paz, la que el mundo no puede dar.