EL ESPEJO QUE MOSTRO EL VERDADERO ROSTRO Y CORAZON DE CHILE
Por Yesmin Contreras S.
Impacto me causó al enterarme de un reportaje que hace solo unas semanas atrás en el Canal nacional TVN a través de su programa de investigación, Informe Especial llamado “CHILE XXX”. Este programa dio a conocer que “Uno de los tres portales de sexo más importantes del mundo, ubicó a Chile como el país que más pornografía consume por internet de toda Sudamérica. Pese a la categórica afirmación (dicen los periodistas) el tema es prácticamente invisible en nuestra sociedad. Poco se habla y poco se publica, pero sí mucho se vende y transa a escondidas. El tradicional doble estándar del chileno frente a la pornografía y el nuevo trato de las generaciones jóvenes con el sexo fue el tema de Informe Especial. Hay un mercado de consumo en torno a este tema, que revela que pese al silencio, la pornografía no está muerta en Chile. Se dio a conocer también la historia de dos realizadoras nacionales que se esmeran en revivir la pornografía en nuestro país”.
Sumado a esto leí una publicación en el diario La Tercera con un titular que decía….”ONU: Chile es tercero en el mundo en tasa de denuncias por abuso a menores”…el reportaje continuaba diciendo: En los últimos años los delitos por abusos sexuales contra menores en el país se han convertido en un tema constante de análisis en el Ministerio Público, el Poder Judicial y el Servicio Nacional de Menores (Sename).
Incluso, en su última cuenta pública, el fiscal nacional, Sabas Chahuán, dio a conocer que en 2013 ingresaron más de 24 mil casos de delitos sexuales, siendo un 74% de ellos correspondientes a menores de 18 años.
Un antecedente que viene a complementar este escenario son las estadísticas publicadas el pasado 15 de mayo por la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), organismo encargado de almacenar los datos de seguridad pública de los Estados. De acuerdo UNODC, Chile ocupa en el tercer puesto a nivel mundial en la tasa de denuncias por abuso sexual infantil cada 100 mil habitantes, con 68,5 casos en 2012 -fecha en que todos los países informaron los registros de sus policías-, siendo sólo superado por Suecia y Jamaica. Además, a nivel sudamericano, es el primero en la tasa de denuncias por este ilícito.
Al mencionar estos artículos publicados por estos dos medios de comunicación reconocidos en Chile mi intención no es darle énfasis a lo malo que sucede, sino que podamos analizar algunas cosas que es necesario podamos tener en cuenta en estos tiempos. Pues no es coincidencia que el abuso sexual en Chile sea tan alto si el consumo de pornografía también lo es. Esto nos muestra realmente como somos nosotros y como el reportaje de “CHILE XXX” lo menciona, el dar a conocer el “tradicional doble estándar del chileno”.
Cuando leí estos dos artículos vino a mi corazón una imagen, la de una alfombra que al levantarla tenía oculta debajo una gran cantidad de basura, que por mucho tiempo había estado ahí, por encima la alfombra se veía muy linda y limpia, pero que con tan solo levantarla se mostraba el propósito de esa alfombra: esconder una gran verdad.
Esta “gran verdad” mostraba nuestra condición, mostraba quiénes somos en verdad, la decadencia moral de nuestra nación, la hipocresía y la falsa imagen que buscamos siempre proyectar. La alfombra es lo externo en nosotros, nos vemos lindos, bien adornados, buscando siempre dar la mejor impresión, pero al mirar lo profundo (debajo de la alfombra) nos damos cuenta de la suciedad que hay en nosotros, al levantar la alfombra queda al descubierto lo que por décadas y años llevamos como sociedad ocultando en nuestro corazón, Y el deseo en este tiempo de hacer revivir la pornografía en la nación no mirando el daño que esta ha provocado, corrompiendo el alma de cada habitante de Chile que ha caído las redes de la pornografía, en las garras de este enemigo silencioso que ha penetrado a todos los niveles de nuestra sociedad y que está al alcance de un click.
El alto consumo de pornografía en Chile muestra quiénes somos en realidad, la inmoralidad es tal en la nación que las estadísticas de abuso a menores en la nación son escalofriantes. ¿Quién levantará la voz por esos niños que han sido abusados sexualmente? ¿Quién alzará las manos al cielo pidiendo perdón y a la vez ayuda para cambiar nuestro corazón? ¿Qué haremos hoy para defender a nuestros hijos de toda la inmoralidad que asecha nuestra nación?
¿Este es el Chile que queremos para nuestros hijos? ¿Este es el Chile que tu quieres hoy?
La inmoralidad es tal que ya muchos han asumido que es “normal” tener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo, que es “normal” querer intimar con un menor de edad, que es “normal” que dos personas del mismo sexo se casen y puedan adoptar niños, que es “normal” que desde pequeños nuestros niños sean entrenados para aceptar la inmoralidad como algo “normal”????
El estar en contra de todo esto y alzar la voz provoca de que te traten de homofóbico y de discriminador. Cosa que no es tal, Dios nos manda a amarnos los unos a los otros, pero no nos manda a respetar las prácticas inmorales realizadas por los hombres fuera del orden establecido por Dios ni mucho menos tener que soportar que quieran sembrar en el ADN de nuestros niños semillas que los corrompan y los tuerzan.
Deberíamos llorar y clamar por nuestras generaciones, porque la luz que alumbra a todo hombre que es Jesús nos alumbre y nos muestre nuestra condición…...y Su luz que es tan poderosa pueda alumbrar aún debajo de la alfombra más gruesa o en el maquillaje mejor colocado. ¿Quién podrá huir ante esta verdad que los mismos medios de comunicación han mostrado? Han sido como un espejo mostrando el verdadero rostro y corazón de Chile…..
Salmo 24:3-5 “¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Solo los de manos limpias y corazón puro, que no rinden culto a ídolos y nunca dicen mentiras. Ellos recibirán la bendición del Señor y tendrán una relación correcta con Dios su salvador”.