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La Voz de La Verdad

LA HERIDA ABIERTA DE UN CORAZON RASGADO

Por Cristian Godoy

Amado lector, hoy haremos un viaje a los profundo del corazón. ¿Se ha preguntado alguna vez si es realmente feliz? O ¿Se ha preguntado si hay paz en su corazón? ¿Puede dormir tranquilo? Si su respuesta es NO, la respuesta a esta interrogante puede estar en que no hay peor cosa que tener cuentas pendientes…


Hay situaciones muy difíciles y dolorosas, ya sean traumas, abusos, decepciones, engaños, rencillas, etcétera. Situaciones que hieren, que literalmente rasgan el corazón. Realmente sólo quienes las han vivido, podrán entender y dimensionar el gran dolor que se vive. Estas rasgaduras en el corazón, fraccionan tu alma, dejándola en lugares oscuros de prisión, desde donde se implanta una raíz de temor, la cual ciertamente inhabilita tu desarrollo. Por otro lado, dentro de ti, muchas veces se guarda rencor, agua estancada que incluso por años se pudre dentro de ti, que se vuelve amargura, es un grillete a tus pies, que no te deja avanzar, y que te enlaza a quien te lastimó.


Hay palabras que marcan, que dejan su huella en el corazón, que pueden venir desde la infancia. Los padres, por su autoridad directa y el lazo que los une, pueden marcar definitivamente con sus dichos tu corazón, incluso tu destino con sus declaraciones.

Hay palabras que decepcionan, las más dolorosas son de los que más amas. Existen acciones que pueden marcarte de por vida.


Hay veces en que intencionalmente o no, pasamos de víctimas a victimarios, ¿cuantas veces no hablamos más de la cuenta?, o cometimos una impulsiva acción que dañó y marcó a otro, lastimándolo a lo profundo. Nos arrepentimos hasta los tuétanos, pero ya es tarde, duele sobretodo cuando no quisimos dañar, o lo hicimos sin pensar. Podemos pedir perdón, incluso ser perdonados, pero las consecuencias vendrán y tal vez no haya vuelta atrás.


Escribe alguien que ha sido lastimado, decepcionado, herido. Escribe alguien que también ha lastimado y dañado, conozco lo profunda que puede ser una herida y cuanto puede doler. Tal vez sea difícil perdonar, tal vez cueste años, es un proceso. Lo cierto es que es un mandato, una ordenanza dada por Dios en su palabra, pues quien puede conocernos mejor sino nuestro creador, y como tal, sabe lo terrible que es para nuestro corazón cargar con un peso tan grande como la amargura, el rencor y la enemistad. Una herida abierta corre el riesgo de infectarse y pudrirse, es una voz que grita desde el interior clamando por libertad, pero al mismo tiempo hay un carcelero llamado orgullo, que no quiere soltar los grilletes.


El llegar a ser perdonando , también es un peso enorme, una cruz que hay que cargar, es difícil cargar con culpa, es un frío estremecedor que carcome los huesos, el Rey David decía "mientras callé, mis huesos se envejecieron". Perdonar sólo es decisión de la otra persona, tal vez sólo quede arrepentirse, cambiar de forma de pensar y actuar de manera diferente.


Tanto el Amar, como el Perdonar, no es algo humano, no es una emoción, no es un sentimiento, es una acción que nace desde el Amor que sólo Dios nos puede dar y poner en nuestro corazón. Ambos provienen de entender quién nos amó primero y quién nos perdonó sin merecerlo, aún dejando toda su gloria y esplendor celestial, viniendo en carne y hueso a dar su vida y humillarse hasta lo sumo, por quienes lo rechazaban, para que todos nosotros pudiésemos vivir, antes estábamos muertos en delitos y pecados, pero SU AMOR PUDO MÁS QUE TODO.


Yo he experimentado, siendo herido y decepcionado, que Dios tiene el poder para sanar toda herida, por profunda que sea y por podrida que esté. He experimentado que por terrible que haya sido el daño cometido contra otros, AÚN ASÍ, LA MISERICORDIA DE DIOS, SIEMPRE NOS TRAE DE VUELTA A SUS BRAZOS, PORQUE ÉL NO NOS ECHA FUERA, habiendo un corazón sincero, Dios que es nuestro Padre, nunca nos abandonará.


EL AMOR TODO LO SUFRE, TODO LO CREE, TODO LO ESPERA Y TODO LO SOPORTA, NO GUARDA RENCOR, NUNCA DEJA DE SER.

 
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