EL VERDADERO ORIGEN DE LA NAVIDAD...
Por Yesmin Contreras S.
Alguna vez te has preguntado ¿Cuál es el verdadero origen de la navidad? ¿Quién o instauró? ¿De dónde vino?....hoy en día hay mucha gente que se hace esta pregunta……pues si se celebrara el nacimiento de Jesús ¿no debería de ser otra la actitud de las familias en estas fechas?
Veamos en la historia la verdad acerca del origen de la navidad:
La palabra «Navidad» viene del latín «Nativitate», que significa: Nati = nacimiento, vita = de la vida, te = para ti
Por lo tanto, «Navidad» significa en español: «Nacimiento de la vida para ti». Que en verdad es el nacimiento del dios sol Tammuz, cumpleaños que celebraban los Babilónicos 25 de Diciembre. Noten ustedes, que personas que suavizan esto, nunca mencionan en realidad el origen de Tammuz, ni el verdadero origen de la Navidad.
En el año 440 de nuestra era, se escogió el 25 de diciembre como fecha de la celebración del nacimiento de Jesús, en esa fecha los romanos celebraban la fiesta del Natalis Solis Invicti (la festividad del Sol Naciente Invencible) y luego la Iglesia Católica la adoptaron al calendario gregoriano haciéndolo coincidir con la celebración del nacimiento del Señor. La Navidad tiene su origen en el paganismo de Babilonia
Aproximadamente 2600 años a.c. La historia relata que existía una reina llamada SEMIRAMIS y su esposo NIMROD, pero después de una batalla él muere en mano de su tío Sem hijo de Noé, algunos años después ella estando embarazada y no teniendo esposo inventa que su hijo es la reencarnación de su esposo muerto cuyo nombre es TAMMUZ, este hijo era la encarnación del dios SOL (RA para los egipcios y BAAL para los Cananeos) y su alumbramiento se celebraba con fiestas, orgías y en particular se adornaban a árboles con cerezas rojas y bolas brillantes en representación del Sol.
¡Y el árbol de pino llegó a ser el símbolo de que Nimrod había revivido en la persona de Tammuz!” Por esa fecha, se popularizó mucho el culto de la MADRE Y EL HIJO elevándose a ambos a la estatura de “divinidades”; a Semiramis le llamaron “La reina del cielo” (según otros pueblos, esta fue adoptando varios nombres, tales como Astarot, Venus, Isis y Astarte) y a su hijo BAAL (Tammuz). La Biblia revela la errónea actitud del pueblo de Israel que frecuentemente se inclinaba a estos “dioses” (Jueces 2:13, Jeremías 7:18, Ezequiel 8:14). El paganismo de Babilonia trascendió las fronteras, asentándose con mucha fuerza en el politeísmo del imperio romano.
La costumbre del árbol surgió de una creencia babilónica que decía que Semiramis, la madre de Tammuz, afirmaba que durante una noche, un árbol verde se desarrolló de un tronco muerto. El tronco supuestamente representaba a su esposo muerto, Nimrod. Es ahí, donde se celebraba el día 25 de diciembre como “El festival de invierno”, en conmemoración del alumbramiento de TAMMUZ, el dios sol encarnado.
Esta festividad iba acompañada de orgías, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad, lo cual se demostraba con intercambio de regalos y presentes, para aquella fecha.
También surgió la costumbre de adornar las puertas de cada casa, con coronas de flores y hojas verdes y por cierto la práctica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol. Esta era la fecha del solsticio de invierno y el centro de todo, era recordar y celebrar el nacimiento de la divinidad solar cuya concepción se había realizado en la virgen matriz de la reina del cielo.
Más tarde, cuando fué establecido el catolicismo romano bajo las falsas pretensiones religiosas de Constantino, aproximadamente por el año 325 d.C., toda la mezcla del paganismo babilónico y romano, fue introducido deliberadamente al cristianismo. La antigua Semiramis (Diana, Isis, etc.) pasó a llamarse “virgen María” y a la encarnación del dios sol Tamuz (Baal, Moloc, etc.), se le llamó “Jesús”.
El festival del solsticio de invierno celebrado el 25 de diciembre de cada año, pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús y el antiguo árbol que la religión de Babilonia adornaba en celebración del nacimiento de Tamuz, pasó a llamarse “el árbol de Navidad“.
¿Está usted dispuesto(a) a seguir “celebrando” la Navidad, a pesar que ya conoce la Verdad? Recuerde, la Verdad le hace libre, muchas veces conocemos la Verdad, pero no queremos aceptarla como tal.
Si realmente se celebrara a Jesús sería a mi juicio otras las motivaciones de la gente. Muchos la noche del 24 no se reúnen a celebrar el cumpleaños de Jesús, sino a esperar al “Viejito Pascuero”, esperar que llegue con los regalos pedidos, los regalos que muchos han soñado y que por portarse bien todo el año merecen que les llegue. En verdad en esta fecha muy pocos, los menos recuerdan que un día vino el Salvador del mundo a pagar por nuestros pecados y a librarnos de la muerte eterna. Que vino como hombre a poner su vida en rescate por la nuestra, que estábamos perdidos en nuestros delitos, que estábamos por causa del pecado destituidos de estar delante de Dios. Yo te invito a sacar de nuestras casas una tradición que no tiene nada que ver con el cristianismo, una tradición que partió del culto idolátrico en la antigüedad…te invito a enseñarles a nuestros hijos el verdadero sentido de la navidad…
¿Para qué esperar Diciembre para hacernos regalos si tenemos todos los meses y días del año para hacerlo? Celebremos a Jesús, adorémosle pues El si merece que le adoremos!!!!