REFLEXION: SER NIÑO EN CHILE
Muchos han sido los cambios que ha experimentado nuestra sociedad, en especial ha cambiado el concepto de qué es una familia. Hoy en día a toda “unión” se le quiere llamar “familia” y se ha ampliado este concepto para no discriminar ni herir susceptibilidades.
Como sociedad hemos fracasado, distorsionando los roles tanto del hombre como de la mujer, quienes han sido creados para dar vida y esto es a través de ser “Padre” primeramente y “madre“ respectivamente. Hoy en día el deseo de engendrar un hijo nace de la unión del amor que ambos se tienen (hombre-mujer), sino que es un ser mirado como lejano, no como prioridad, ya que esta ha cambiado pues predomina la satisfacción personal primeramente.
Chile es el país que presenta mayor tasas de trastornos infantiles, seguido por Lituania. Una realidad que fue dada a conocer gracias a un estudio multicultural sobre prevalencia en salud mental que fue realizado en 24 países durante el año 2010 en niños de 1 a 5 años.
¿NIÑOS CON PROBLEMAS O PADRES ESTRESADOS?
Los niños chilenos menores de 5 años presentan trastornos afectivos y de conductas al igual que los países que han sufrido guerra o décadas de violencia como Irán o Kosovo, esto ha llamado poderosamente la atención.
Síntomas como:
Problemas de atención
Conducta agresiva
Emocionalmente reactivo
Ansioso/depresivo
Dolor de cabeza o de estómago
Evitación y problemas de sueño
Si nos vamos al hecho que padres y madres se ven en la obligación de trabajar (casi en la mayoría de los hogares se ve este patrón), se puede concluir que hoy tanto la madre como el padre tienen poco tiempo libre y llegan cansados a sus casas, eso se traduce en menos paciencia y en una reacción exagerada frente a cualquier situación estresante. Si tú le preguntas a un niño que es lo que les gusta más, te diría es pasar tiempo con su madre y padre.
¿Cómo nuestros niños no van a tener los problemas antes descritos, si vemos familias disfuncionales y falta de roles claros?
La mujer hoy desconoce su verdadero rol de madre pues ya no maneja el concepto de que es una “madre”, aquella que cuida, cría, protege y enseña, y ha optado por ser mujer primeramente, el ganar un espacio en esta sociedad competitiva donde el egoísmo ha sido el impulsor de esta decisión, muchos estudios han dejado claro que las mujeres postergan su maternidad por esta situación, mujeres que deciden concebir un hijo después de los 35 años de edad porque predomina el trabajo y el sentirse realizadas como profesionales.
Nada es por casualidad, hoy en día nos encontramos como nación en nuestro congreso nacional discutiendo sobre la despenalización del aborto bajo tres causales. Donde se han levantado tantos argumentos feministas como: “que el cuerpo es de cada mujer “ y “cada mujer decide qué hacer con su vida”, si bien es sabido que un ovulo fecundando es un ser distinto e irrepetible, ese bebe en el vientre de su madre no son uno solo, son dos seres distintos, ese bebé no es el cuerpo de la mujer…entonces ¿Porqué esta ley quiere dar la autorización a que las mujeres decidan qué hacer en sus vientres o qué hacer con ese bebé en gestación?. Se pretende con esta ley que jovencitas de 14 años autoricen esta matanza, pues para la sociedad ya tiene conciencia de lo que hace.
¿Cómo hemos cambiado como sociedad? que falta de amor hay en estos días, mujeres que postergan su maternidad por egoísmo y satisfacción personal, hombres que sólo se dedican a trabajar, hijos con enfermedades declaradas a tan temprana edad, donde hemos dejado que a nuestros niños sean los colegios quien se encargue de enseñarles y educarles. Hoy podemos ver por esta razón tantos profesionales como psicólogos, asistentes sociales, fonoaudiólogos, docentes de diferencial con mención en trastornos, como nunca antes se había visto, todo para ayudar a estos pequeños con tantos problemas conductuales o emocionales. Todo por la falta de amor y compromiso de los progenitores. Meditemos en esto, ¿Estas son las generaciones que tu quieres dar a luz?
Dios nos ayude para que los corazones de los padres se vuelvan hacia los hijos y el corazón de los hijos hacia los padres.
