ACTUALIDAD: SALIENDO DEL FANGO
Fango mezclado con aguas de alcantarillas y el desecho toxico de las mineras, esto por todos los pueblos de la región de atacama, al pisar los pies se hundían por encima del tobillo, otros con menos suerte quedaban con el barro sobre las rodillas intentando dar otro paso, el olor putrefacto salía por todas las calles, maquinas excavadoras queriendo crear un camino en las avenidas, nosotros intentábamos sacar el vehículo de un hermano del fango, llevaba semanas en ese lugar y el barro al su alrededor se empezaba a secar, una señora lloraba en la casa de enfrente, porque el barro que entro por su casa y seguía muy líquido, no tenía forma de retirarlo hasta que la calle se limpiara, un grupo de nosotros cruzo hasta ella y comenzó a hacer un improvisado dique en la puerta de su casa…toda la región luchando por salir de esta condición, unos más solos que otros.
¿Qué fue lo que ocurrió en el Norte?, algunos dirán que fue un juicio del cielo, razones hay muchísimas para pensar esto, porque el país no ha parado de tener tragedias, desde el reciente terremoto de Iquique, que fue un aviso claro, luego el incendio en Valparaíso, ambos eventos desastrosos con daños mayormente materiales nos indicaban que las cosas en Chile no estaban funcionando, luego vinieron las miles de hectáreas quemadas en el sur, que hace unos días pudieron “controlar” y que las noticias no publican porque no hay muertos en el asunto, juicio por fuego, ráfagas de luz juzgando, manifestando los casos de corrupción en la política, demostrando el corazón carroñero de la autoridad civil, que no es más que el reflejo de una sociedad que ha puesto el bien material, el placer momentáneo y personal, por encima de todas las prioridades, con esta lógica cree entregar sus niños a matrimonios homosexuales, ni siquiera apelando a algún estudio serio en la materia, simplemente impera el deseo personal, en esta misma lógica la ley que busca aprobar el aborto y ahora recientemente el proyecto de ley de legalización de la marihuana, todo esto sin ahondar en las necesidades reales de Chile, Educación, Trabajo, Salud, jubilación, solo circo mediático mientras la sociedad sigue siendo criada como un ejército de langostas que solo sabe consumir, y consumirse entre ellos, razones para un juicio hay muchas.
El norte poseía índices muy altos de violencia familiar, familias disfuncionales, drogadicción y todo lo que conlleva una vida familiar donde el esposo se va por varios días y regresa cansado a casa, esto unido a un auge económico que permite el mantenimiento de prostíbulos, narcotráfico y un pensamiento materialista que intenta llenar las carencias profundas con nuevos artículos de moda, con el ultimo celular o televisión plasma, degradación social y espiritual a la orden del dia.
El punto es que la palabra “juicio”, tiende a hacer creer a la gente en un Dios airado, lanzando rayos como Zeus por su ira, pero esta idea está alejada de la personalidad del Dios Bíblico, que ama la misericordia y se duele del castigo, que emite diferentes tipos de juicio, en su mayoría de aviso, para llamar la atención (terremoto de Iquique), otros de corrección, que buscan alinear a la justicia, y pocas veces (contadas con una mano) juicios de destrucción, donde no queda nada del pasado de esa región, ciudad o pueblo.
Claramente, la magnitud del desastre del norte de Chile es estructural, hubieron muertos, y cada uno de ellos es una familia en sufrimiento que no puede ser medido con números, pero la mortandad aun no es proporcional con el nivel del desastre desproporcionado de la región, estamos hablando de pueblos completos enterrados bajo el lodo, en una territorio declarado “zona de catástrofe”, lo que nos indica que el gobierno se siente sobrepasado por todos los daños vitales ocurridos.
Los que han podido participar de intercesiones territoriales, saben que muchos de los juicios de Dios, manifiestan lo que la ciudad o región es, pero que nadie quiere ver, el fango en el norte y en el país existía antes que las lluvias hicieran correr torrentes de barro por las quebradas a los pueblos, el fango estaba en la falta de agua, succionada por las mineras sin que nadie le importe, en los más de 600 relaves mineros de plomo y arsénico que nadie fiscaliza, en la corrupción regional, en pueblos agonizando en la desolación como Chañaral, en los índices de violencia familiar, en la falta de voluntad en mejorar cosas prioritarias, en la inmoralidad de las fiestas travestís de algunas localidades, violaciones y desaparecidos en el desierto, el fango estaba antes en Atacama, pero nadie lo quería mirar.
Pero hay un dato MAYOR que no debemos dejar pasar, La región de Atacama y su capital Copiapó, son importantísimos, fueron la puerta por donde se descubrió Chile, Diego de Almagro hace cientos de años entro a este territorio por esa región, antes de la guerra del pacifico, Atacama era el lugar donde comenzaba Chile, luego se anexo lo que hoy conocemos como Iquique y Arica y los pueblos cercanos, por lo que podemos ver a esta región como una PUERTA clara, histórica y espiritual, un primogénito que rompe la matriz histórica para establecer lineamientos sobre todo nuestro territorio.
Por otra parte Atacama es una tierra de esperanza, siglos de esclavitud, con los incas subyugando a los indígenas de la región, luego los españoles, posteriormente las industrias extranjeras sometiendo a los pobladores a una vida miserable y por último en plena dictadura, no es un secreto que “operación cóndor” se ensaño en el norte con muertes crueles y sangrientas que se escondieron en el desierto, ¿Cómo se puede sobrevivir a tanto?, solo gracias a un don único de esta parte de Chile, la ESPERANZA, algo que se vio claramente manifestado luego del terremoto del 2010, cuando el país está sumido en la depresión, la historia de los 33 mineros de Atacama, llena de milagros, el campamento “esperanza”, la fuerza de la vida contra la muerte, la mirada del todo el mundo sobre ellos, fueron una ola de resurrección que sacudió al país y lo volvió a levantar de los escombros, por que esta es la región donde el desierto mas seco del mundo, florece cada año contra toda lógica humana.
Hoy Atacama le falta agua, ropa, comida, vive un luto por sus muertos y desaparecidos en el desastre, pero aún posee su don irrevocable, la ESPERANZA, este don debe ser fortalecido por la iglesia, somos nosotros y NO OTROS los que debemos poner fuerzas y reafirmar ese don, como ministerio hemos recibido del Señor un diseño para impulsar la reconstrucción de la región en 10 fases, pero es algo que no puede hacerlo un solo ministerio, es la iglesia unida y coordinada la que tiene el poder como CUERPO para lograrlo...hoy una organización de pastores en santiago llamada "Pastores Unidos", esta comprometida con el proyecto, pero seguimos haciendo el llamado a ser parte y no quedarse, no solo en esto, sino en todo lo que Dios les impulse a hacer por esta región.
Dentro de estos días subiremos los detalles de este proyecto para Atacama, llamado “Operación NEHEMIAS”, esperamos que se sume, desde Chile o el extranjero, la iglesia es una y tiene el poder de vencer a la muerte y resucitar ciudades en ruinas, los escombros de muchas generaciones.