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La Voz de La Verdad

EDITORIAL: EL CAMINO QUE NO TODOS QUIEREN SEGUIR...

Amigos lectores de Chile y el Mundo entero, quiero ilustrar primeramente en una panorámica, parte de lo que sucede en mi país, sé que en muchos lugares sucede lo mismo, pero hoy por hoy, la delincuencia nos ha colmado. Es cierto que los noticieros amplifican y exageran lo que en las calles acontece, con fines comerciales e intereses políticos, pero lo cierto es que el robo y la violencia ya no se esconden ni piden permiso. Cada vez más tecnológicos, con técnicas ultra avanzadas, con menores de edad entre sus filas, bandas sumamente organizadas y planificación estratégica digna de comandos de inteligencia.


Un sistema judicial ineficiente ha facilitado esta situación, no podemos culpar a las policías, pues hacen muy bien su trabajo. Sin embargo, todo esto tiene una raíz cultural. Hemos sido como chilenos, competidores por naturaleza, pero de aquellos que en vez de querer ser más excelentes, buscamos aplastar al otro, tener más que el otro, dominar y subyugar al otro. Hemos sido rebeldes y obstinados, nos ha gustado hacer a nuestra manera, nos escondemos en apariencias y detrás de lujos y posesiones, para aparentar ciertas "posiciones" o status.


Esa "viveza" o falsa astucia de la que se jacta el chileno, ese querer ser más "pillo" o astuto, que valora la corrupción por sobre la honestidad. Esa hambre por el dinero fácil, como si supiéramos realmente administrar el dinero sabia o justamente, esa hambre por tener y tener, como si te pudieras llevar a la eternidad lo que posees, ese falso escondite de marcas caras y reconocidas, como si en realidad ese "Armani" o "Louis Vuiton" no se mandara a fabricar en China. Esa astucia que te degrada a tal punto, que eres capaz de engañar a una anciana, a un niño, a un extranjero, con tal de llenar algo tus bolsillos, como si las consecuencias no fuesen a venir. ¿que te define? ¿quien eres?


Hay un camino, que se llama justicia, hay un camino que es honestidad, rectitud, un camino de Luz y de Verdad, en el cual puedes caminar y dormir en paz, pues el justo está confiado como un León, no tiene temor de malas noticias, todo lo que hace le sale bien, porque HAY UNO QUE JUZGA Y PESA LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN, y da a cada uno conforme a sus obras. Este camino, no todos lo quieren seguir, no todos están dispuestos a pagar el precio de la integridad, es estrecho, PERO ES EL CAMINO DE VIDA.

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