JOVENES: ENCONTRANDONOS EN LA VOZ DE DIOS
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Cada vez que hablamos de Jóvenes se nos viene a la mente algunos aspectos negativos que se manifiestan a cierta edad y que estamos acostumbrados a escuchar, estos se reducen en la palabra rebeldía o algo suena a desobediencia. Entendemos que cuando una persona deja de ser un niño comienza una etapa difícil en su proceso de desarrollo, algunas teorías psicológicas explican que la llamada “adolescencia” (aunque no nos guste llamarle así por lo que signifique adolecer de algo) pero a lo que por esta vez le llamaremos juventud primaria, prefiero referirme así ante esto. Son los jóvenes entre 12 y 15 o 16 años aproximados, algo que también puede variar según cada persona, en fin, la etapa primaria de la juventud se le dice que es una temporada de duelo, en el que el joven debe conocerse de nuevo y en el cual se despide de aquel niño del que algún día fue, creo que en parte estas teorías tienen mucha razón dado al cambio que se genera biológicamente en los jóvenes y en donde no solo cambia la perspectiva de mirar su entorno, sino que también cambia su cuerpo, su forma de relacionarse con sus padres y algo muy importante, el hecho de decidir ante las nuevas responsabilidades que se le otorgan.
Un joven es un Ser que se está potenciando cada día y que siempre tuvo un diseño único en el, aun desde antes de nacer, que en algún momento fue una pequeña semilla pero luego fue sembrada, y de a poco es regada y crece y crece, nunca deja de dar frutos, estos sean buenos o malos, siempre hay frutos. Cuando fuimos niños y dependíamos totalmente de nuestros padres, no nos era posible entender todo fácilmente y nuestro aprendizaje no era el suficiente, aun cuando nuestros padres nos guiaban y enseñaban todo, siempre hubo algo que nos hizo distintos. Recuerdo cuando mis padres me enseñaron a amarrar los cordones de los zapatos, creo que ambos tenían una forma distinta de hacerlo y me decían una y otra vez su técnica, luego eso que aprendía me daba la seguridad de yo querer descubrir otras formas de hacerlo; siendo esto algo sencillo, es algo que todos hacemos cuando niños y en todas las cosas, nos enseñan de alguna forma y descubrimos o simplemente nos acomoda algo mejor, entonces fuimos adoptando nuestra forma de ser única, con lo aprendido, aquella forma de ser única son los mismos frutos que nacen de lo que somos.
Los Jóvenes ya pasaron por esa etapa de aprendizaje guiado, muchas veces comienzan a hacerse preguntas internas y tratan de buscar la respuesta en algún lugar que no sea su familia, ya que es ahí donde aprendieron muchas veces las mismas cosas que provocan aquellas preguntas. Pero no está mal preguntar, es algo muy positivo, el dilema es la fuente de nuestras respuestas. Creo firmemente en que muchas de esas preguntas que nos hacemos no solo cuando jóvenes pero en todo el proceso de desarrollo tanto Físico como Espiritual, son preguntas muy necesarias de responder y que de alguna u otra forma se quedaron en nuestro espíritu porque algo nos llama a lo que somos, algo por lo cual fuimos llamados, nos inquieta constantemente en todo lo que hacemos, escuchamos y vemos.
Todo lo que Dios, soberano del universo dijo y con su voz formó, absolutamente toda su creación tiene identidad, diseño y propósito; esto hace que tenga nuestras vidas un sentido claro. Algo que falta fortalecer en las políticas públicas de nuestro país, son programas hacia los jóvenes, quizás se trata de marcar a los jóvenes con alguna nota en las escuelas, con puntajes PSU o con un título académico, esto ha hecho que los jóvenes tengan metas relacionadas a lo que el sistema ofrece, pero nuestros propósitos, nuestro fin, nuestras metas, están lejos de encontrarse en alguna institución académica. Quienes hacen las políticas en nuestro país ignoran las potencialidades de cada persona, no conocen lo que hay y por mas estudios que se hagan respecto a la etapa juvenil, Chile es uno de los países con más suicidio en la llamada “Adolescencia”, entonces vemos que termina siendo cierto que los jóvenes parecen estar adoleciendo de algo, adolecen de que no encuentran respuestas claras, se sienten confundidos y con desesperanza, porque creen que nadie los entiende, claro esto acompañado de todos los cambios que conlleva, pues la voz de este sistema se ha encargado de moldearnos a todos por igual y se nos haga muy difícil armonizar lo que SOMOS con lo que HACEMOS.
La voz del Principio que resuena todo el tiempo en la creación, es la misma voz que está dentro de nosotros, porque también somos Creación. Si eres joven y estás leyendo esto, te puedo llamar a que te acerques a la fuente correcta, que siempre va a ser la Voz de Dios, desde ÉL fuimos formados, no podremos encontrarnos fuera de Él, porque Dios sabe lo que crea y sabe para que fuimos creados. Cuando tenía 12 años, tuve mis primeras experiencias diferentes con el Espíritu de Dios, comencé a entender su Amor y a recibir su Paternidad, algo que sigue avanzando y no dejo de experimentar, es cuando entendí que todo el tiempo nos está llamando a hacer su Voluntad y ésta al ser tan perfecta me trae paz cada vez que obedezco a su voz, desde aquel tiempo hasta ahora que tengo 19 años, he hallado un sentido coherente a todo lo que hago, con las personas que me relaciono, la carrera que estudio (aunque esta no me determine) , porque me visto como me visto, porque he trabajado en lo que he trabajado, porque tengo ciertos intereses. Etc. Todo, absolutamente TODO tiene un sentido armónico y nada lo puedo ver por separado, porque reconozco que he nacido de la Voz de Dios, de Mi Padre.
Nuestros padres por mucho que nos amen, nuestros amigos por más que nos entiendan y nuestros seres cercanos nos ayuden, ninguno de ellos puede conocernos más que nuestro creador, por lo que es necesario estar atentos a Oír y a Obedecer, sinceramente no creo que esa “etapa rebelde” que llaman a los jóvenes exista por armar conflicto, en realidad esa etapa sucede porque no nos conocemos a nosotros mismos y eso genera un desorden en nuestro espíritu y divagación en nuestra alma, por eso afecta en como reaccionamos y a la forma de relacionarnos con el resto. Pero cuando sabemos quiénes somos y para que hayamos sido llamados, entonces entendemos que obedecer a eso cambiará nuestra forma de enfrentar las responsabilidades y a tomar decisiones. No olvidemos que tenemos un propósito eterno, un propósito no tiene fecha de vencimiento, porque es lo que se determina desde un principio y es lo que debemos perseguir, para conocer esto solo es necesario buscar la Voz correcta, que suena por todos lados, y nos llama todo el tiempo, porque nos conoce y sabe quiénes somos. Nos podemos unir a la misma Voz que afirmaba la Identidad de Jesús como Hijo de Dios y que le recordaba cada día por que había venido a la Tierra y además de cumplir aquel propósito, Tu y yo somos la generación que entiende para que ha sido llamada, y se activa tu espíritu para avanzar obedientemente en La Voz de nuestro Creador.