LA POSICION DEL HOMBRE FRENTE AL PROYECTO DE ABORTO...
El embrión que ha sido formado en un vientre, comienza su desarrollo a partir de la fecundación, acto que es denominado cuando un espermatozoide penetra un óvulo. Esta vida comienza su desarrollo físico en el vientre de su madre y prosigue fuera de ella recibiendo distintos tipos de nombres según sea su edad cronológica, es decir, embrión, feto, bebe, niño, joven, adulto y anciano, entre otros nombres que se han definido, pero que sin embargo, siguen siendo un mismo “ser” compuesto por espíritu, alma y cuerpo.
Esta vida que es alojada en sus primeras etapas en el vientre de su madre, sin duda no es solo una responsabilidad de ella, sino que también del padre. Por esta razón la discusión del aborto no se puede llevar a un eslogan que indica que esta ley tiene relación con el “derecho” o la “igualdad” de la mujer, que si bien existen varias brechas en distintas áreas, en este caso solo es una estrategia que busca obtener adeptos a esta causa.
Sin entrar en detalles respecto a las causas que impulsan esta ley, podemos inferir a raíz de acontecimientos recientes respecto a votación de otras leyes, que existe gran probabilidad que haya intereses económicos y/o políticos que estén operando detrás de este proyecto. Solo como referencia y para poder visualizar la maldad que puede llegar a alcanzar el hombre, existen estudios en USA que han podido demostrar una correlación entre la disminución de la delincuencia y el aumento de abortos debido a una estrategia del gobierno en sectores vulnerables, también vendida como una iniciativa que buscaba la igualdad.
Sabemos que las tres causales no tienen un cimiento sólido y que además por estadísticas de otras naciones que ya operan con esta ley, son una puerta abierta al genocidio. Sin embargo a pesar de su aprobación o no, el real problema, es que las personas tanto madres y padres puedan seguir pensando en eliminar una vida como una opción o vía de escape a sus problemas, angustias y/o miedos.
El hombre en este caso como papá del bebé ya sea que esté junto a su madre o no, juega un papel relevante a la hora de tomar una decisión tan drástica como el aborto o en su defecto presionar para que esto ocurra, también como en muchos casos toma la decisión de abandonar a la madre, lo que como consecuencia puede traer el mismos resultado. Estadísticas de algunas comunidades españolas indican que solo el 26% de los abortos son solicitados por madres en matrimonio.
La ilusión del temor
El temor genera una proyección falsa de la realidad, es decir una percepción falsa del futuro, lo cual condicionan erradamente las decisiones del presente, es así como en un estudio realizado en USA el 2005, indica que el 73% de las mujeres abortaron porque creían no poder hacer frente a los gastos para un bebé. Hoy en día la sociedad influenciada o manipulada por una definición de modelo de persona o familia exitosa, prefiere abortar una vida que abortar un proyecto personal, también en este caso podemos hablar de una ilusión generada por el temor a no entrar dentro de falso estándar de felicidad de vida.
Puedo comentar la experiencia de mis abuelos maternos que tuvieron 10 hijos, uno fallecido en el nacimiento, en ese entonces sin nada de tecnología para sobrellevar los embarazos, y debido a su fe pudieron ver y moverse libres de esta nube de temor, incluso venciendo enfermedades consideradas como terminales diagnosticadas a algunos de sus hijos, considerando además que los recursos eran limitados para mantener una familia tan numerosa. Sin duda su fe permitió que el Señor pudiera manifestar su fidelidad (Juan 11:40 Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?), la cual pudimos ver y vivir como herencia gracias a la decisión de nuestros abuelos y al sacrificio del Cordero.
La verdad en el amor
El dicho “Ojos que no ven, corazón que no siente” pareciera reflejar el estado de ceguera de la sociedad que puede presentar dos soluciones totalmente opuestas a un mismo problema, un claro ejemplo es la diferencia que se genera cuando existe una grave enfermedad de un bebe que está fuera del vientre de la madre, comparado con otro que está dentro, en el primer caso la solución es hacer todo lo posible por salvarlo y en el segundo caso presentar el aborto como una solución. ¿Por qué lo que es llamado un asesinato, se denomina aborto voluntario cuando es realizado dentro del vientre?
En el amor no hay temor (1 Juan 4:18), el perfecto amor, el que se entrega por otros, rompe con toda ilusión generada por el temor, ej.: no tengo dinero para sobrellevar un bebe que presenta alguna enfermedad o capacidad distinta, no podré criar un hijo sola y sin recursos, no podré querer a un hijo de una relación forzada o no deseada, entre otros pensamientos que también están en el papá del bebé),es decir este amor permite disipar las tinieblas para visualizar la imagen verdadera (estamos hablando de una percepción o entendimiento de la realidad, sin que aún lo veamos en lo físico).
Este perfecto amor es el que nos permite como padres decir “Yo daría la vida por mi hijo”, es el que nos permite ver y proyectar en esperanza su futuro, incluso cuando es un embrión, este amor nos llena de fuerzas para combatir cualquier dificultad por muy difíciles que se vean, y es el que a pesar de todo, sabemos que existe un propósito eterno en la vida de cada ser que ha sido enviado a este mundo. Es el mismo amor que el Padre tiene por nosotros y que se mantiene inconmovible, el cual siempre nos llama a vida.
Salmo 139:16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Estamos hablando de una visión espiritual adicional a la física que nos permite además de visualizar los planes de Dios en nuestras vidas, poder concretar lo que allí esta descrito. En esta misma visión que los padres independiente de las circunstancias en la cual concibieron el hijo, ambos deben poder visualizar más allá del escenario inmediato o temporal, sino que deben conectarse al plan eterno respecto al propósito de la venida de este nuevo “ser”, entendiendo que porta la simiente de Dios.
Más allá del real involucramiento tiene el hombre en lo que respecta a la ley de aborto, podemos decir que tiene una gran responsabilidad que debe asumir, no solo con su bebé que se está desarrollando dentro del vientre, sino que también con la madre y principalmente con Dios.