EL DIA QUE LAS AGUAS SOLTARON SU CANCION....
En medio de los gritos ciudadanos, en medios de amargas aguas turbulentas, en medio de la desolación y el llanto de las gentes. Por una grieta se abrió paso una gotera, fue creciendo hasta fluir, la grieta se fue abriendo, hasta que el muro ya no pudo contener las aguas, crecía como luz, golpeaba como el viento, se abrió paso la voz entre las gentes, para envolverlas de vida. Danzaba el agua, se oían sonidos, eran melodías lejanas que venían con pasos de gigante.
Un día era un cielo, otro día otro cielo, un día una tierra, otro día otra tierra, un día las aguas, otro día otras aguas, todo era nuevo a mi alrededor. Brillaba el fulgor en sus ojos, cabalgaba con espada encendida, su espada era su voz, gritaban la justicia y la verdad, todo lo estremecían.
Se encendía de anhelo mi corazón, por ver este día, rasgaba los velos el amor, y ya amanecía. Callaban las estatuas de heroicas fábulas, cerrando las heridas, desvaneciendo máscaras y estandartes, banderas se rendían.
No se oyeron más los cantos del ayer, ya no había sin sabores de oscuros días, no se oía la voz de las lágrimas, las palabras del yugo, ni se paseaba el dolor silenciado. Se acercaban las notas de la dulce melodía, cantaba una cuerda, resonaban las cuerdas, corazones que latían al unísono, ojos que se abrían. Crecía y crecía la canción de amor, que todo lo unía, la pureza y la luz se abrazaban, la inocencia que volvía, latía y latía un corazón, latían y latían corazones que en amor se envolvían, levantó su voz la nación que creía, se levantó en amor, llena de hijos, de frutos y melodías, al ritmo del latir de un corazón, se tomaron las manos y danzaban, todo se llenó de esperanza. En medio de sus corazones, la nueva canción se escribía.
El cojo saltaba, el mudo hablaba, el ciego veía, y también aquellos volvieron a la vida, se quebraron cadenas, volvieron la danza y la alegría, se oyó la voz que resplandece como el sol del mediodía. En cada ciudad brilló la luz, en cada pueblo sopló su libertad el viento indomable, todo lo envolvía, se encendió mi corazón, lágrimas invadieron mi rostro, por ver este día. Una nueva ciudad, una nueva nación habita dentro de mi.
Esta es la canción que cantan y cantan corazones inundados de amor, en muchos lugares aguardan, por el mismo canto de amor que me rodea, es un sonido que invade, que nada ni nadie puede detener. Este amor arde y no lo ahogarán los ríos.