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La Voz de La Verdad

EL VERDADERO SENTIDO DE LA NAVIDAD...




Impresionante es caminar por algunos centros comerciales, ferias, tiendas en temporada de Navidad. Están llenos, colapsados, muchísima gente comprando los regalos de navidad, aunque el nivel de endeudamiento en Chile está creciendo cada vez más. Hay cada novedad en regalos, cosas súper originales, de diferentes naciones, hay tanta variedad que solo los niños nos saben explicar hoy día, cuál es el héroe animado de moda o la muñeca más famosa. Todo esto al mirarlo como que embriaga y te aturde, todo eso hecho para que los hombres consuman, todo responde a “llenar” un vacío, a “satisfacer” una “necesidad”, hoy en día todo gira en torno a los hombres, a satisfacer al hombre, a dar felicidad a través de un regalo a los hombres, y todo gira ahí: en torno al hombre. Y se ha perdido el verdadero sentido de porque la gente celebra ese día, más allá de que se celebre aunque Jesús no nació en Diciembre. Seamos honestos, la Navidad no gira en torno a Él, sino al consumismo, el otro día leía un slogan en internet que decía: Feliz consumismo y próspero endeudamiento, me causo risa, pues ese slogan declaraba una verdad que viven no solo Chile sino muchas naciones que “celebran” Noche buena.

En la cultura de nuestra nación esto ya hace tiempo se injertó, y está cada vez más creciendo, no se detiene, pues una vez más muchos quedan presos de las ofertas y por consiguiente del endeudamiento, familias completas comprando a muchas cuotas que serán la tortura de cada mes, en algunos casos de todo el año para salir de ellas y para después volver nuevamente a empezar, y así sucesivamente.

El hombre desde el inicio ha buscado satisfacer sus necesidades, satisfacer el vacío que dejó la desnudez en sus vidas, algo con que sentirse bien, algo con que llenarse, algo con que protegerse, y por eso creó sistemas que satisficieren sus necesidades, se centro en sí mismo, el humanismo inundó como una corriente su corazón, y por consecuencia como el hombre piense en su corazón así es el. Las sociedades en las naciones están inundadas de lo mismo, centradas en sí, hoy vemos naciones, entre ellas Chile buscando aprobar leyes que satisfagan al hombre aunque sean leyes inhumanas e inmorales, todo centrado en la búsqueda de satisfacción, en pro de tus derechos, en pro de que cada persona tenga la “libertad” de sentirse bien y feliz con lo que haya decidido para su vida, no importando que su decisión incluya matar o dañar a otros, en la búsqueda del respeto a tus “derechos” hoy vemos naciones en un profundo declive moral, no siendo la excepción Chile.


Los spots de televisión te dicen: ¡Aquí encontrarás lo que tú necesitas!, ¡Todo en un mismo lugar!, los medios de comunicación influenciando muy bien a la gente, al punto de convencerlos de una necesidad que no tienen, o de crearla, para que cada persona sienta que debe tenerla…el ultimo celular de moda, el auto del año, etc, etc. Me da tristeza pensar en esto, mientras escribo este artículo, veo cuanta necesidad hay, cuánto necesitamos ser llenados de ese algo que satisfaga de verdad y para siempre nuestro corazón, estamos sedientos en nuestras almas de aprobación, aceptación…queremos a través de las cosas materiales demostrar que valemos, que somos “alguien” y que hemos vividos engañados por esto, en algunos casos toda la vida.

¿Cómo podemos devolverle el verdadero sentido de la Navidad?

Si todo el tiempo hemos estado mirándonos a nosotros mismos, ahora es tiempo de darnos por los otros, por los más necesitados, por aquellos que están sufriendo, por los que están solos y abandonados. Jesús vino a la tierra, se despojó de todo lo que tenía para hacerse hombre y habitar en medio de nosotros, el propósito era darse por todos nosotros, dar la vida en rescate de la nuestra, vino a liberarnos de la esclavitud…tu quizás estás pensando: ¿Cuál esclavitud? La que provoca el pecado, un pecado como el egoísmo por ejemplo que nos ha tenido mirándonos a nosotros mismos, para ser libres de él y comenzar a llenarnos de lo que verdaderamente puede satisfacer al hombre…El Amor. Jesús se dio por amor, Dios nos amó de tal manera que dio a Su hijo único para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna, esa vida eterna es la vida que te hace libre y te lleva a entender cómo vivir, a comenzar un nuevo estilo de vida. El amor lo llena todo, comencemos a amar, a darnos por otros, al hacerlo estaremos no solo dando amor sino que también aprenderemos a amar de verdad. Ese amar de verdad te lleva a sacrificarte, dejar el egoísmo, te lleva a esperar al otro, el amor todo lo puede, todo lo sufre, todo lo soporta, aprenderemos que el amor no es aquello que nos hace sentir tan bien que me lleva a ver todo de color rosa. Sino que por causa del amor tendré que humillarme para pedir perdón, para ayudar al que me ofendió o me dañó, amar es dar sin mirar a quién, amar es darse por completo.

Jesús nació para eso, para darse, y para que nosotros podamos ser libres de tantas mentiras y ataduras en nuestras vidas, vino a llenarnos para que podamos dar, dar de verdad aquello que de regalo recibimos, no lo merecíamos pero El decidió amarnos y darse igual por nosotros. ¡Qué tremendo es que nuestra historia cambie de rumbo! Donde ya no busco satisfacerme a mí mismo, sino a los demás…en aquellos que lo necesitan, en aquellos que aún el mismo día de la navidad no tendrán con quien estar o qué comer. Si les enseñamos esto a nuestros hijos a que se den, a que ayuden a otros que no tienen la dicha de tener la vida de ellos tienen, sus corazones estarán bien enfocados, no sigamos implantando en nuestras nuevas generaciones la competencia, el egoísmo y la envidia, no sigamos por favor haciéndolos consumidores de este sistema que los esclavizará sino que hagámonos unos dadores para los más necesitados.

Si miras a tu alrededor, o quizás piensas en tus familiares, verás que hay necesidad, no hablo de necesidad de un regalo, sino necesidad de amor, de compartir en familia, de estar a la mesa comiendo en paz y juntos, donde aquello que los une es el amor verdadero, desinteresado y sin medida.

¡Qué tiempos aquellos! Donde lo más importante era jugar con los amigos, pasar tardes completas disfrutando la compañía de esos amigos de barrio, en mi caso del campo, donde todo era juegos, risas y compartir. Recuerdo esos tiempos con gran alegría, eso quiero para mis hijos, esa cultura de dar y compartir quiero que vivan, esa cultura de amarse. No quiero que el mal uso de la tecnología les robe el tiempo, la comunicación cara a cara, los juegos y las risas. No quiero verlos pegados al celular o a un tablets que les roba lo que realmente importa, ese volver a almorzar o cenar conversando, conversar las cosas importantes de la vida, volver a oír a los padres de familia donde aprovechan ese tiempo en establecer bueno principios en los hijos, donde hay tiempo de escucharse, entenderse, hablar de las penas, las alegrías y los logros obtenidos, a eso tenemos que volver como familias. Darnos por otros o aun por los nuestros significará morir a nosotros mismos, negarnos a nosotros para que los demás vivan. Dar tiempo, y aún dinero si así se requiere para satisfacer la necesidad de alguien.

Quiero animarte hoy a que esta navidad puedas buscar y ayudar a alguien que lo necesite, satisfacer la necesidad de quien no tenga, ser el puente por el cual el amor pasa a otro y los sana y los restaura. Hay tanta gente agraviada volvamos como sociedad a devolverle la dignidad al que lo necesita, hagamos justicia por aquellos que están hoy indefensos o débiles.



Te animo a darte, y terminar este año 2016 tomando un nuevo camino, uno más alto que es más imprescindible que todos los otros caminos, que es el camino del amor…..

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