Los Hombres y Mujeres que no se Conforman
Amados lectores, ante tanta pasividad, es necesario alzar la voz. Le hablo a mi Comuna, El Monte, le hablo a mi gente, le hablo a mi país, Chile, le hablo a Latinoamérica. ¿Nadie ha visto cuan lejos estamos de ser realmente quienes somos? ¿Nadie ha visto lo lejos que hemos estado del camino? ¿De caminar en lo que realmente fuimos destinados a ser?
Que ciegos y obstinados hemos sido, nos hemos dejado cubrir por el velo de la ignorancia, nos hemos dejado atrapar por las redes de prioridades sin sentido. ¿Desde cuando las injusticias son normales para nosotros? Nos subyugamos a las autoridades políticas, que en realidad debieran servirnos a nosotros representándonos, ya nos da lo mismo por quien votar, y aún peor, si votar o no. Nos acostumbramos a la corrupción, formando muchas veces, parte de la misma. Nos resulta indiferente, la inoperancia del sistema judicial. Ya no nos importan los bajos sueldos a cambio de poco tiempo familiar, nos dejó de importar tener largos e incómodos trayectos en Santiago. ¿Sabe usted como educan a sus hijos en el sistema formal? ¿Sabe usted lo que el gobierno de turno se ha propuesto modificar? La verdad es que entre fútbol, teleseries, noticias de poca monta, algo de entretención y redes sociales, nos tienen bien adormecidos.
Nos dejaron de importar muchas cosas, y aceptamos como normales lo impensable. Nos conformamos a modelos económicos, políticos, modelos de consumo, nos endeudamos como zombies, apenas nos ponen la oferta del día, sin tener idea cuanto nos va a significar. Nos entregamos a una cultura inmediatista, llena de ídolos sin valor, que no piensa en el mañana, sino que todo es ¡¡ahora ya!!, estamos tirando nuestros valores por el retrete y sin pensar en dejar un legado.
¡Como estará de adormecido Chile, que se vendió por unos Bonos, y con los votos de unos pocos! Hoy al parecer a nuestros “Representantes” les importa solamente quien le gana a quien en las próximas elecciones. ¿Dónde están los temas que al país realmente debieran importarles? Al parecer tampoco importa mucho el sufrimiento del pueblo Venezolano, ni tampoco el de la gente de Siria, “Están muy lejos”.
En la década de los 50’ y 60’, había en Norteamérica una complicidad aberrante de una sociedad entera, concertada para atropellar de la peor manera, los derechos de hombres, mujeres, niños y ancianos de color. A Nadie le importaba, todo era normal, los valores de una nación fundada en los principios Bíblicos brillaban por su ausencia. Sin embargo, en medio de tanta oscuridad, comenzó a encenderse una pequeña luz, que luego ardió como fuego que no pudieron apagar.
Un Pastor Bautista de Atlanta, decidió salir de los linderos de su congregación, vio que habían ciudades y estados, y una Nación entera que necesitaba ser sanada, una tierra cautiva en total oscuridad. Lejos de llorar por su tierra, decidió ser valiente y soñar con la libertad y la hermandad de su pueblo, la llama ardiente que Dios puso en él, lo llevó más allá, no se quedó mirando o esperando que otros lo hicieran, decidió luchar por este sueño. Decidió ser la respuesta.
Al verse plagado de amenazas de muerte y persecución, tuvo miedo, pero no se acobardó, siguió alzando la voz por aquellos que no la tenían. Se levantó a proclamar “Que todo valle será alzado y todo monte será allanado”, su voz se levantó para anunciar que los tiempos cambiaron. Fue tan ardiente la llama dentro de él, que no tuvo miedo a morir, porque Dios le llevó a su Santo Monte y le mostró su Gloria. Estuvo dispuesto a morir por este sueño, pero antes de morir, pudo ver que aunque ya hubiese partido, haber entregado su vida valió la pena. Un legado innegable.
Sal de tu metro cuadrado, mira a tu alrededor, tu ciudad, tu nación y tú, fueron hechos por Dios para cosas mayores. Los tiempos cambiaron, la Luz de Cristo ha de Resplandecer.