Cuando se pervierte el Derecho y la Justicia se aleja.
Días decisivos en un año trascendental, hemos vivido los últimos años en una transición marcada por una lucha en que se disputa el corazón de la nación chilena. Ciertamente por falta de entendimiento hemos permitido el avance de la llamada “ventana de Overton”, que como hemos hablado en ediciones anteriores, consiste en volver “aceptable” lo aberrante o lo impensado. Si analizamos las encuestas del Centro de Estudios Públicos, nos damos cuenta de una paulatina “liberalización” en los últimos 5 o 10 años. Esto se ha logrado, debido al estrecho trabajo de políticos y de los medios de comunicación, ambos controlados en las sombras, por grupos económicos y de interés (entendiendo las corrientes que los mueven).
En el caso de Chile, la democracia participativa que nos rige nos lleva inevitablemente a los vicios más detestables de la política, pues nuestros representantes, rara vez ponen las prioridades verdaderamente en sus representados, pues ha pesado más el poder del dinero, y la codicia de más poder. No necesito mencionar nuevamente los últimos escándalos de la política y la corrupción en Chile, las políticas públicas y las legislaciones que las acompañan, son movidas derecha y claramente por intereses. No pretendo ponerlos a todos “en el mismo saco”, pero si se, que la mayoría de los políticos no responde a criterios de real justicia. Pocos están pensando realmente en las chilenas y chilenos.
Cuando el sentido de Justicia se pervierte o se tuerce, entonces cualquier cosa resulta ser un “derecho”, muchas veces sin acompañarle de su respectivo deber. Cuando se distorsiona la Verdad, levantar una demanda social es fácil, basta un pequeño grupo de presión, un buen trabajo comunicacional, hartos minutos en noticieros, y unos pocos políticos patrocinándola (con dineros por debajo) y ¡listo!, podrías volver cualquier porquería en ley. Cuando el corazón de una nación se desvía, se ensombrece, la vista se ciega, y cualquier cosa se vuelve aceptable por la sociedad.
Lo que digan las encuestas, o los medios masivos de comunicación, debemos entenderlo claro, NO ES LA VERDAD, lo que “la gente o la mayoría piense”, NO IMPLICA QUE SEA LA VERDAD, al analizar las encuestas, solo puedo concluir el buen trabajo que han hecho en estos años, para torcer el corazón y los pensamientos de mis conciudadanos, y que en verdad los cimientos valóricos de la sociedad chilena, han sido de arena, cualquier “viento” puede moverlos, sin importar si están consintiendo algo que traiga consecuencias irreversibles. Claramente, no se está pensando en las siguientes generaciones. Hace poco la presidenta Bachelet, promulgó la Ley de Tenencia Animal Responsable, la cual es buena en si misma, sin embargo, en paralelo, aboga en un Tweet, ante el Tribunal Constitucional, para que aprueben el aborto en sus tres causales. Es realmente trágico que, para nuestras autoridades, v
alga más un animal que un ser humano en el vientre. ¿Dónde están verdaderamente la Justicia y el Derecho? En estas elecciones, sin duda debemos discernir muy bien por quien votar.